jueves, 4 de octubre de 2007

Neruda




PARA que tú me oigas,

mis palabrasse adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.

Más que mías son tuyas.

Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.

Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.

Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirtepara que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.

Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.

Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.

Ámame, compañera. No me abandones.

Sígueme.Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.

Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinitopara tus blancas manos, suaves como las uvas
.

RUTH

RUTH
A González Martínez

I

Ruth moabita a espigar va a las eras,aunque no tiene ni un campo mezquino.Piensa que es Dios dueño de las praderasy que ella espiga en un predio divino.
El sol caldeo su espalda acuchilla,baña terrible su dorso inclinado;arde de fiebre su leve mejilla,y la fatiga le rinde el costado.
Booz se ha sentado en la parva abundosa.El trigal es una onda infinita,desde la sierra hasta donde él reposa,
que la abundancia ha cegado el camino...Y en la onda de oro la Ruth moabitaviene, espigando, a encontrar su destino!!
II

-Booz miró a Ruth, y a los recolectoresdijo: "Dejad que recoja confiada..."Y sonrieron los espigadores,viendo del viejo la absorta mirada...
Eran sus barbas dos sendas de flores,su ojo dulzura, reposo el semblante;su voz pasaba de alcor en alcores,pero podía dormir a un infante...
Ruth lo miró de la planta a la frente,y fue sus ojos saciados bajando,como el que bebe en inmensa corriente...
Al regresar a la aldea, los mozosque ella encontró la miraron temblando.Pero, en su sueño Booz fue su esposo...
III

Y aquella noche el Patriarca en la eraviendo los astros que laten de anhelo,recordó aquello que a Abraham prometieraJehová: más hijos que estrellas dio al cielo.
Y suspiró por su lecho baldío,rezó llorando, e hizo sitio en la almohadapara la que, como baja el rocío,hacia él vendría en la noche callada.
Ruth vio en los astros los ojos con llantode Booz llamándola, y estremecida,dejó su lecho, y se fue por el campo...
Dormía el justo, hecho paz y belleza.Ruth, más callada que espiga vencida,puso en el pecho de Booz su cabeza.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Fundación Niño y Patria.

Historia

El compromiso de Carabineros de Chile con la infancia desvalida es una historia de más de 80 años. Se inició en la Prefectura de Santiago en 1921 -cuando aún no se fusionaban en una sola institución las policías existentes en el país- y continúa hasta hoy a través de diferentes acciones destinadas a beneficiar a los niños en situación irregular y evitar que caigan en la delincuencia. La motivación de quienes entonces, conmovidos por la miseria y orfandad que vivían los niños de la calle, los cobijaron en los cuarteles policiales y les dieron alimentación y afecto, fue la misma que, cuatro décadas después, construyó las bases de la que sería una de las obras sociales más importantes del país en beneficio de la infancia: la Fundación Niño y Patria. Esta obra fue creada con la voluntad, la vocación y el espíritu de servicio de los Carabineros y el apoyo siempre presente de amplios sectores de la comunidad que valoraron tan importante esfuerzo...

Al comenzar el Siglo XX la situación de abandono de menores que pululaban por las calles sin más posibilidad que la mendicidad y el robo, comenzó a convertirse en un problema social y humano que no encontraba una respuesta adecuada a su magnitud. La migración masiva desde el campo en busca de mejores expectativas laborales provocó el crecimiento de las ciudades hacia la periferia y, con ello, el aumento de la miseria y la orfandad.

Época de analfabetismo, epidemias, falta de viviendas, altos índices de mortalidad materna, huérfanos y niños sin hogar. “Pelusitas”, que en su orfandad y deambular por las calles, encontraron en los cuarteles policiales refugio a su desamparo, y el afecto de quienes, ayer como hoy, les crearon un espacio para brindarles protección y cariño. A partir de ese momento, y a través de los años, miles de ellos lograron lo que parecía imposible: torcerle la mano al destino que, de no mediar la intervención de Carabineros, los habría conducido por el camino de la delincuencia, el riesgo social y todo tipo de abusos...
El primer albergue policial para cobijarlos, se creó el 6 de enero de 1921 por iniciativa del Prefecto de Santiago, Mayor Bernardo Gómez Solar. Se denominó “Asilo de Niños Desamparados” y tenía capacidad para 42 menores, aunque llegó a albergar 48... Así se inició una obra, pionera en el continente, tres años antes que la Asamblea de la Sociedad de las Naciones adoptara la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño...
En 1923, durante la Convención Internacional de Policía realizada en Nueva York, nuestro país mostró al mundo los beneficios de esta loable iniciativa a través de la intervención del Comisario de la ex Policía Fiscal de Valparaíso, Arturo Venegas Sánchez, quien transmitió la experiencia chilena ante delegados de 26 países, en la exposición del tema “Delincuencia Infantil y Tratamiento de Menores por Medio de una Tuición Policial”...
En 1963 Santiago, Valparaíso y Concepción ya contaban, cada una, con un Hogar de Menores de Carabineros, mientras que el reconocimiento a la labor realizada, generaba cada vez más recursos por parte de la comunidad. Recursos que requerían ser encauzados pero que Carabineros de Chile, por su carácter de organismo público, no podía administrar en forma expedita. Ante esta realidad, un grupo de oficiales en conjunto con colaboradores particulares, proyectaron la creación de una entidad de derecho privado que, bajo el alero y dirección de Carabineros de Chile, pudiera administrar este patrimonio. Fue así como, el 10 de octubre de 1963, por Decreto Nº 2.940 se creó la Fundación Niño y Patria.

Paquitapau: En la espera de mi gran sueño.

www.carabineros.cl

En la espera de mi gran sueño.

Mi sueño se hace posible gracias al èl:



GENERAL DON CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO, FUNDADOR DE CARABINEROS DE CHILE

El General Carlos Ibáñez del Campo, fundador de Carabineros de Chile, nació en Linares el 3 de noviembre de 1877. Hijo del agricultor Don Francisco Ibáñez y la Señora Nieves del Campo, ingresó a la Escuela Militar en 1896, egresando como Teniente 2º del Arma de Caballería y siendo destinado al Regimiento Cazadores en 1898. Fue enviado como Teniente en comisión de servicio a la República de El Salvador, en cuyo ejército sirvió como Instructor hasta 1909, habiendo tenido una activa participación en la Batalla de Platanar, durante la guerra que ese país sostuvo contra Guatemala. En 1907, durante su estadía en El Salvador, se casó con doña Rosa Quiroz de Ávila, con la cual tuvo dos hijos: Carlos y Rosa. En 1918, su cónyuge falleció de tuberculosis en la Escuela de Carabineros, de la que Ibáñez era Director. Ingresó a la Academia de Guerra en 1912, de la que se graduó cuatro años después como Oficial de Estado Mayor. Con el grado de Mayor retornó a su primer regimiento en calidad de Segundo Comandante. Posteriormente, asumió la Comandancia de la Escuela de Carabineros, cargo que ejerció entre el 9 de agosto de 1918 y el 17 de abril de 1919. Discípulo del general prusiano Emilio Köener -reorganizador del Ejército chileno-, aplicó una doctrina de férrea disciplina, sentido de organización y severo cumplimiento del deber. El 11 de agosto de 1919 fue designado Prefecto de Policía de Iquique, función que desempeñó hasta el 21 de enero de 1921. En esa época le tocó enfrentar los avatares de las ardorosas elecciones presidenciales de 1920, en las que triunfó Don Arturo Alessandri Palma. Con motivo del movimiento militar del 5 de septiembre de 1924, conocido como "Ruido de Sables", Alessandri renunció a la Presidencia, trasladándose a Italia. El 23 de enero de 1925, Ibáñez encabezó los movimientos castrenses que, entre otras demandas, pedían el regreso desde Europa del Presidente Alessandri. La Junta de Gobierno que entonces tomó el poder, y que encabezó don Emilio Bello Codesido, designó al ya Coronel Ibáñez como Ministro de Guerra y Comandante General del Cuerpo de Carabineros, cargos en los que fue confirmado por Alessandri cuando éste regresó a Chile y reasumió la Presidencia de la República.
FIGURA NOTABLE
Su labor en la jefatura del Cuerpo de Carabineros fue admirable. Además de revolucionar la forma de realizar los servicios, consiguió la promulgación del Decreto Ley Nº 283, de 28 de febrero de 1925, el cual refundió todas las disposiciones legales básicas para el funcionamiento de la institución y estableció normas, que mejoraron su estructura orgánica y dispusieron importantes beneficios previsionales para su personal. En la crisis política de 1925, el Coronel Ibáñez se constituyó en figura prominente, y el Cuerpo de Carabineros se ganó el respeto y consideración de la ciudadanía.
Durante su mando, aumentó los sueldos y dotaciones, implantó el sistema de viáticos, creó la Brigada de Ferrocarriles, reestructuró la Escuela de Carabineros, organizó una nueva brigada en Santiago -compuesta por los regimientos 3, 4 y 8- y fundó el Regimiento de Aduanas. El 9 de febrero de 1927, Ibáñez asumió como Ministro del Interior, y el 7 de abril de ese mismo año sería nombrado Vicepresidente de la República, tras la renuncia del Presidente Emiliano Figueroa. En ese escenario materializó una antigua y visionaria aspiración: refundir los cuerpos policiales en una sola institución. De esta forma, el 27 de abril de 1927, mediante el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2.484, fundó Carabineros de Chile, unificando el Cuerpo de Carabineros y la Policía Fiscal. Ese mismo año postuló a la Presidencia y obtuvo el 98 por ciento de los votos, en una elección en la cual fue único candidato y en la que hubo un mínimo grado de abstención. El 3 de diciembre de 1927, el entonces General y Presidente contrajo matrimonio con doña Graciela Letelier Velasco, con la cual tuvo cuatro hijos: Margarita, Ricardo, Nieves y Gloria. Su gobierno se caracterizó por un marcado sello autoritario y también por sus macizas realizaciones, entre las cuales destacan las de orden social, de modernización material del país y del aparato estatal, y de impulso a la economía nacional. Fundó diversas instituciones públicas, como la Contraloría General de la República, el Ministerio de Agricultura, la Tesorería General de la República y la Superintendencia de Seguros, entre varias otras. Además, le dio plena autonomía a la Universidad de Chile y acotó los diversos tipos de enseñanza, estableciendo claramente los niveles primario, secundario, técnico, superior, experimental, etc. También zanjó definitivamente el problema con Perú relativo a las ciudades de Tacna y Arica. El 26 de julio de 1931, y a causa de los disturbios originados por la difícil situación económica del país, resultado de la crisis mundial de fines de la década del 20, Ibáñez renunció a su cargo y abandonó Chile. Tras su retorno, continuó ejerciendo un fuerte liderazgo político, el cual en 1948 lo llevó al Senado, en representación de Santiago. Cuatro años después fue nuevamente electo Presidente de la República, en comicios en que obtuvo una abrumadora mayoría, y en los que su principal oponente fue el destacado hombre público don Arturo Matte. Ejerció la Presidencia desde 1952 hasta el final de su mandato constitucional, en 1958. Poco después fue elegido Senador, cargo que sirvió hasta su fallecimiento en Santiago el 28 de abril de 1960, a los 82 años de edad. Con el deceso del General Carlos Ibáñez del Campo, se selló una página notable de nuestra historia, escrita por un militar visionario y con admirables atributos de estadista. *** Agradecimiento especial al Coronel (R) Diego Miranda Becerra.