miércoles, 3 de octubre de 2007

En la espera de mi gran sueño.

Mi sueño se hace posible gracias al èl:



GENERAL DON CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO, FUNDADOR DE CARABINEROS DE CHILE

El General Carlos Ibáñez del Campo, fundador de Carabineros de Chile, nació en Linares el 3 de noviembre de 1877. Hijo del agricultor Don Francisco Ibáñez y la Señora Nieves del Campo, ingresó a la Escuela Militar en 1896, egresando como Teniente 2º del Arma de Caballería y siendo destinado al Regimiento Cazadores en 1898. Fue enviado como Teniente en comisión de servicio a la República de El Salvador, en cuyo ejército sirvió como Instructor hasta 1909, habiendo tenido una activa participación en la Batalla de Platanar, durante la guerra que ese país sostuvo contra Guatemala. En 1907, durante su estadía en El Salvador, se casó con doña Rosa Quiroz de Ávila, con la cual tuvo dos hijos: Carlos y Rosa. En 1918, su cónyuge falleció de tuberculosis en la Escuela de Carabineros, de la que Ibáñez era Director. Ingresó a la Academia de Guerra en 1912, de la que se graduó cuatro años después como Oficial de Estado Mayor. Con el grado de Mayor retornó a su primer regimiento en calidad de Segundo Comandante. Posteriormente, asumió la Comandancia de la Escuela de Carabineros, cargo que ejerció entre el 9 de agosto de 1918 y el 17 de abril de 1919. Discípulo del general prusiano Emilio Köener -reorganizador del Ejército chileno-, aplicó una doctrina de férrea disciplina, sentido de organización y severo cumplimiento del deber. El 11 de agosto de 1919 fue designado Prefecto de Policía de Iquique, función que desempeñó hasta el 21 de enero de 1921. En esa época le tocó enfrentar los avatares de las ardorosas elecciones presidenciales de 1920, en las que triunfó Don Arturo Alessandri Palma. Con motivo del movimiento militar del 5 de septiembre de 1924, conocido como "Ruido de Sables", Alessandri renunció a la Presidencia, trasladándose a Italia. El 23 de enero de 1925, Ibáñez encabezó los movimientos castrenses que, entre otras demandas, pedían el regreso desde Europa del Presidente Alessandri. La Junta de Gobierno que entonces tomó el poder, y que encabezó don Emilio Bello Codesido, designó al ya Coronel Ibáñez como Ministro de Guerra y Comandante General del Cuerpo de Carabineros, cargos en los que fue confirmado por Alessandri cuando éste regresó a Chile y reasumió la Presidencia de la República.
FIGURA NOTABLE
Su labor en la jefatura del Cuerpo de Carabineros fue admirable. Además de revolucionar la forma de realizar los servicios, consiguió la promulgación del Decreto Ley Nº 283, de 28 de febrero de 1925, el cual refundió todas las disposiciones legales básicas para el funcionamiento de la institución y estableció normas, que mejoraron su estructura orgánica y dispusieron importantes beneficios previsionales para su personal. En la crisis política de 1925, el Coronel Ibáñez se constituyó en figura prominente, y el Cuerpo de Carabineros se ganó el respeto y consideración de la ciudadanía.
Durante su mando, aumentó los sueldos y dotaciones, implantó el sistema de viáticos, creó la Brigada de Ferrocarriles, reestructuró la Escuela de Carabineros, organizó una nueva brigada en Santiago -compuesta por los regimientos 3, 4 y 8- y fundó el Regimiento de Aduanas. El 9 de febrero de 1927, Ibáñez asumió como Ministro del Interior, y el 7 de abril de ese mismo año sería nombrado Vicepresidente de la República, tras la renuncia del Presidente Emiliano Figueroa. En ese escenario materializó una antigua y visionaria aspiración: refundir los cuerpos policiales en una sola institución. De esta forma, el 27 de abril de 1927, mediante el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2.484, fundó Carabineros de Chile, unificando el Cuerpo de Carabineros y la Policía Fiscal. Ese mismo año postuló a la Presidencia y obtuvo el 98 por ciento de los votos, en una elección en la cual fue único candidato y en la que hubo un mínimo grado de abstención. El 3 de diciembre de 1927, el entonces General y Presidente contrajo matrimonio con doña Graciela Letelier Velasco, con la cual tuvo cuatro hijos: Margarita, Ricardo, Nieves y Gloria. Su gobierno se caracterizó por un marcado sello autoritario y también por sus macizas realizaciones, entre las cuales destacan las de orden social, de modernización material del país y del aparato estatal, y de impulso a la economía nacional. Fundó diversas instituciones públicas, como la Contraloría General de la República, el Ministerio de Agricultura, la Tesorería General de la República y la Superintendencia de Seguros, entre varias otras. Además, le dio plena autonomía a la Universidad de Chile y acotó los diversos tipos de enseñanza, estableciendo claramente los niveles primario, secundario, técnico, superior, experimental, etc. También zanjó definitivamente el problema con Perú relativo a las ciudades de Tacna y Arica. El 26 de julio de 1931, y a causa de los disturbios originados por la difícil situación económica del país, resultado de la crisis mundial de fines de la década del 20, Ibáñez renunció a su cargo y abandonó Chile. Tras su retorno, continuó ejerciendo un fuerte liderazgo político, el cual en 1948 lo llevó al Senado, en representación de Santiago. Cuatro años después fue nuevamente electo Presidente de la República, en comicios en que obtuvo una abrumadora mayoría, y en los que su principal oponente fue el destacado hombre público don Arturo Matte. Ejerció la Presidencia desde 1952 hasta el final de su mandato constitucional, en 1958. Poco después fue elegido Senador, cargo que sirvió hasta su fallecimiento en Santiago el 28 de abril de 1960, a los 82 años de edad. Con el deceso del General Carlos Ibáñez del Campo, se selló una página notable de nuestra historia, escrita por un militar visionario y con admirables atributos de estadista. *** Agradecimiento especial al Coronel (R) Diego Miranda Becerra.

1 comentario:

Lester Aliaga Castillo dijo...

Hola, Ruth.
Felicitaciones por tener sueños tan grandes y por estar tras ellos. De eso se trata la vida, en verdad: Tenemos que seguir nuestros sueños, cualquiera que estos sean.
El verde que te vestirá es un hermoso color. Dicen que representa a la esperanza.
Te veo de verde, color que amo no por la misma razón que tú, pero la diversidad está muy bien. Yo lo amo, porque era el color que usó Neruda para escribir las más potentes poesías sociales y amorosas.
Bien por ti, tus sueños y tu blog.

¡Felicitaciones, dulce Ruth!